Tal y como anunciaba en la publicación del pasado día 2, hoy dedicaré estas líneas al CASTRO PEQUENO DE NEIXÓN. Nada más salir del CENTRO ARQUEOLÓXICO O BARBANZA, una gran extensión de aproximadamente 10 hectáreas, acoge dos castros. El protagonista de hoy es el más antiguo de ambos.
"En el lugar de Cespón, Concello de Boiro, se encuentra una punta natural en la que se localizan los Castros de Neixón. Se trata de un espacio ubicado en la parte norte de la Ría de Arousa, a un lado de la ensenada formada por la desembocadura de los ríos Grande y Beluso. Los Castros de Neixón forman parte de los principales atractivos turísticos de la Comarca de Barbanza y de la Mancomunidad de Arousa Norte. Constituyen en sí mismos, uno de los conjuntos arqueológicos de la época castrexa de mayor antigüedad de Galicia, datados entre el s.V a.C. y el s.IV d.C; motivo por el cual han sido declarados Bien de Interés Cultural en el año 2011 por laXunta de Galicia." (https://www.guiategalicia.com/los-castros-neixon-boiro/ )
"Los conocidos como Castros de Punta Neixón son dos poblados contiguos: Castro Pequeno y Castro Grande, cuyo período de ocupación transcurre desde finales de la Edad de Bronce hasta la época tardorromana. Fueron excavados por Florentino López Cuevillas -en la década de 1920-, Fernando Acuña Castroviejo -en la década de 1970- y Xurxo Ayán Vila -desde 2003 a 2008-.
El llamado Castro Pequeno está situado en una pequeña península y tiene los testimonios más antiguos de ocupación debido a la unión entre los indígenas Oestrimnios con pueblos llegados desde el noroeste europeo a finales del S.VI a.C. Se constata el paso de una arquitectura hecha con materiales perecederos a otra constituida por cabañas de planta circular con zócalos de piedra, parapetos de barro y madera y cubiertas de paja: época castrexa." (https://www.guiategalicia.com/los-castros-neixon-boiro/ )
Los castros son pequeñas aldeas delimitadas por un sistema defensivo, fueron habitadas desde el primer milenio a.C. hasta los primeros siglos d. C.
Todavía hoy pueden verse restos de las construcciones circulares tan características de la primera Edad de Hierro.
Los habitantes de los castros se alimentaban de lo que la tierra les daba, cultivaban cereales, recolectaban frutos, cuidaban el ganado y completaban su dieta con todo lo proveniente de la pesca y el marisqueo. Detenerse antes en el Centro Arqueolóxico, te ayudará a imaginar cómo era su día a día.
Respirar frente a la ría y sentir la vida que allí hubo hace miles de años es una sensación única. Ojalá te animes a caminar por este asentamiento e, incluso, a sobrevolarlo. Te gustará.
Visita e imágenes tomadas el 26 de junio de 2022
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