Autora: Nora Roberts
Traducción de ANUVELA
(115 pp) – Ed. DE BOLSILLO, 2008
Título original: Ever After (publicada por primera vez en 1999)
Abandoné esta lectura y volví a ella pasadas unas semanas. Sentía que quería leer una bonita historia de amor y que quería hacerlo de la mano de esta autora, pero el comienzo me pareció tan inverosímil que necesité abandonarlo por unos días y esperar a que fuesen las páginas las que me llamasen de nuevo.
Allena es la protagonista de esta novela en la que el amor y un idílico paisaje serán sus compañeros. En un día de trabajo en la empresa de viajes de su hermana, Allena se entretiene en una tienda llena de magia y encanto y pierde el ferry que debía tomar a una isla sin saber que el mejor de los destinos la sorprendería.
En ella encuentra un colgante que será la llave a todo lo que después llegará.
"- La plata fue forjada en el caldero del Dagda, sobre el fuego del solsticio de verano, y labrada por el dedo de Merlín. El de Arturo.
—¿Merlín?
Allena se embobaba con los cuentos de magia y hazañas heroicas. Su hermanastra, Margaret, habría soltado un bufido y habría dicho que no, que simplemente era boba.
-El hechicero del gran rey vagó en su día por toda Irlanda. Fue aquí donde encontró la Danza de los Gigantes y, al codiciarla para Arturo, la hizo flotar por el mar de Irlanda hasta la Gran Bretaña. Sin embargo, aunque se llevó la magia de esta tierra, también dejó parte de ella. —Mirando a Allena, hizo oscilar el colgante—. Aquí hay un poco, y es tuya.
-Bueno, en realidad no puedo...
Sin embargo, Allena fue desinflándose, no conseguía despegar los ojos del colgante. Era un óvalo alargado, un poco deslustrado, y en su centro tenía un grabado con forma de estrella ardiente.
Parecía atrapar la luz tenebrosa y nublada que entraba por el pequeño escaparate, retenerla y expandirla de modo que la hacía relucir hipnóticamente en los ojos de Allena. Parecía que la estrella misma destellaba.
-Solo había entrado a mirar.
-Claro que sí, si no miras bien, nunca encontrarás nada, ¿verdad? Has venido buscando desde la lejana América." (Vid. Pág.10).
Allena salió con el colgante y una fuerza especial. El ferry había salido ya, pero la fortuna le puso delante a un pesacdor al que le rogó que lo siguiese. Una gran tormenta los alejó de la ruta y llegaron a una isla, la isla de Dolman, habitada por Los O'Neil desde tiempos inmemoriales.
Fue el perro de Conal quien encontró el cuerpo de Allena inconsciente bajo la lluvia. La llevó a su casa sin saber que ella sería la mujer que el destino y la profecía le habían asignado para el solsticio que en unos días se celebraría.
Así, ella y Conal se unieron para siempre.
Almas diferentes y una Naturaleza que atrapa junto a los acantilados y las flores del jardín, bajo la fuerte tormenta y en el calor de un hogar que lo único que necesitaba era alegría y ternura.
Kommentare