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Como fuego en el hielo

  • Foto del escritor: bajoinfinitasestrellas
    bajoinfinitasestrellas
  • 30 ago
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 10 sept

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Autora: Luz Gabás

(573 pp.) – Ed. BOOKET, 2019

Hace días que terminé esta lectura, pero sigue dentro de mi corazón. Tras varios intentos, creo que si lees estas líneas es que por fin he podido escribir sobre ella. De puntillas, con sigilo, sintiendo las montañas que la abrazan, la nieve que helaba los valles y el fuego que avivaba el amor.

¡Cuántos sentimientos en sus páginas! Y de nuevo, una reflexión que reconozco como certera en mí: nunca sabemos qué nos deparará la vida, da vueltas y vueltas y en esos requiebros de una danza incesante: alegría y dolor, personas que se van otras que llegan, sueños que se cumplen y otros que en la espera, te hacen fuerte y capaz de alcanzar nuevas metas. He vivido en la piel de Cristela, en las manos sin descanso de Attua, en la alegría de Aurore, en el amor entregado de Shelton, en la resignación de mujeres condenadas a un lugar... He latido en cada página.

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Comienza la narración en agosto del año 1843, asistimos al fatídico desenlace de un duelo que nunca debiera haber tenido lugar. En él Matías mata a l hijo de un conde y eso le lleva a tener que huir, dejar España. Attua, lo asiste estando herido y lo ayuda a abandonar el país.

"Matías y él compartían recuerdos, aficiones, confidencias e ilusiones, pero eran diferentes. Aunque ambos eran jóvenes entusiastas, Matías era el indomable a quien el juicioso Attua conseguía serenar cuando consideraba que estaba próximo a traspasar ciertos límites." (Como fuego en el hielo, página 12).

Cuando Attua regresa a su pueblo natal, Albort, le dirán que su padre fue asesinado. Este será el primer punto de inflexión en su vida. No podrá irse de aquel lugar con su amada Cristela, deberá quedarse, continuar con el negocio familiar y ser el sustento para su madre y su hermana.

Pero, el destino de Cristela, tampoco será el que esperaba y un horrible episodio hará que ella y su hermanastra, huyan en la noche rumbo a Francia. En el camino, la pequeña fallece, no soportando el sufrimiento que llevaba a su espalda, se precipita desde las rocas hacia el lago.

"Los prismas rocosos que se extendían sobre el horizonte formando un conjunto interminable de diferentes pináculos destellaban gracias al sol de ese espléndido día. Tal vez para otros esa imagen fuera preciosa, pensó Cristela, pero para ella siempre serían la tumba de Ana... Y algo más.

Un siniestro escollo.

Tras esas montañas estaba su querido Attua.

No sabía ni cómo ni cuándo, pero tenía que convencerse, para no desfallecer, de que algún día ambos hallarían el modo de franquear las montañas, vadear los ríos y rebasar las llanuras.

Encontrarían el modo de estar juntos." (Ibid., página 217).

A Cristela la encuentra Shelton que estaba disfrutando de una de sus excursiones por el monte. Desorientada y con una profunda tristeza, ella solo acertó a decir que buscaba a Aurore. Que ella le había prometido trabajo e iba a su encuentro. La Fortuna quiso que él la conociese e hiciese así posible que ambas volvieran a verse. Por cierto, a Aurore la descubrimos en el viaje que Matías y Attua emprenden desde Zaragoza, huyendo de los bandoleros y de todo aquel que buscase la cabeza del primero. Ávida de viajar, la distinguida viuda y alegre, llegó a Albort y allí es donde ella y Cristela congeniaron velozmente unidas por el universo de la pluma y la escritura.

La vida de Cristela bajo la tutela de Aurore la hará gozar de ambientes delicados y cultos, latiendo todavía y por siempre su corazón por Attua a quien no olvidaba. Mas... un nuevo revés la hirió profundamente cuando supo que él, creyéndola muerta, se había casado con Davina, hermana de Matías e hija del alcalde, promesa de salvación para su proyecto de ampliar el negocio familiar y construir un Balneario como los que están triunfando a uno y otro lado de los Pirineos. Panticosa del lado español y Luchon, del francés, eran dos claros ejemplos de ello.

Años de esfuerzo y lucha que una terrible epidemia primero y el desbordamiento del río después, se llevarán sin remisión sumiendo a Attua en una nueva sombra oscura. Con su mujer muerta y su segunda hija nacida unos días antes... Él, su hermana y su hijo partirán rumbo a Francia buscando un lugar seguro. Esto hará que nuevamente se reencuentren Attua y Cristela, pero no será una felicidad eterna. Sólo al final, cuando ambos han perdido a sus esposos, ella subirá de nuevo a Albort y será así como su amor brille por toda la eternidad.

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En la edición que yo tengo, aparecen dos grabados: uno al principio en el que vemos el bonito pueblo aragonés de Benasque que inspiró el Albort de esta novela. Y al final, los baños de Luchon. Te los dejo a continuación porque son antesala y broche de parte de los escenarios que vivirás en sus páginas.

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Con una ambientación impecable, documentación y apuntes históricos que me han hecho aprender y disfrutar, conocer el relato de la vida de dos almas que nunca debieron separarse ha sido toda una montaña rusa de emociones y sentimientos. Pena e impotencia, alegría e ilusión, dulzura y la más cruel de las realidades... Todo cabe en esta obra que me ha fascinado de principio a fin.


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