A finales de agosto de 2019, tuvimos la fortuna de ir subiendo por la costa de Portugal con la calma que regala descubrimientos inolvidables y así fue como conocimos Canidelo.
Justo a punto de cruzar a Oporto, nos detuvimos para pasar la noche en un terreno que en otro tiempo fue militar y que hoy supone un excelente mirador además de un rincón tranquilo para la pernocta.
Hay mucho sitio para estacionar y, tal y como aparece en el vídeo, tan sólo a unos metros de distancia de la playa, el paseo, los locales de hostelería...
Llegamos justo con el tiempo de darnos un baño y disponernos a disfrutar de una hermosa puesta de sol. ¡Qué agradable la temperatura y qué tranquilo el lugar!
Y tras una relajante noche en la que nos dormimos escuchando el romper de las olas, llegó el día y con él: la luz y el movimiento de nuevos turistas que llegaban a este precioso alto.
Si tienes ocasión de asomarte a sus vistas, hazlo.
Si tienes la fortuna de bañarte en sus aguas, disfrútalas.
Si se te ofrece el regalo de una hermosa puesta de sol, vívela como si fuera la última que fueses a contemplar.
¡Atrapa siempre cada instante!
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