Autor: Tui T. Sutherland
Ilustrado por Mike Holmes
(224 pp.) – Editorial RBA MOLINO
La vida puede sorprenderte donde menos lo esperas y eso me ha pasado a mí con esta lectura. Me la recomendaron con gran ilusión y ésta en concreto: la novela gráfica y la leí sin dar tregua.
Al inicio, un maravilloso mapa nos sitúa en otro mundo, otro tiempo, con diferentes reinos como: el Helado, el del Mar, el de Arena... El prólogo nos anuncia la profecía y las tres partes en que el libro se divide desarrollarán la misma: "Bajo la montaña", "En el reino celeste" y "Un huevo del color de la sangre del dragón".
La profecía anunciaba que nacería un ALAS CELESTES, pero al abrirse el huevo de un ALAS DE LLUVIA, de él nace un ALAS LODOSAS al que todos llamarán Cieno.
Seis años después, a pesar de que lo entrenaban, Cieno no luchaba, pero crecía feliz.
Sol, Nocturno, Tsunami y Gloria son sus inseparables amigos.
Los cinco se preguntan por qué no se sientan a hablar los tres bandos y logran poner fin así a la guerra. Tal es su inquietud que piensan qué pueden hacer ellos para salvar al mundo. Prisioneros en las cuevas desde su nacimiento, deciden entonces buscar juntos la salida.
(He de reconocer que no soy asidua lectora de novelas gráficas y me quedaba fascinada en algunas páginas, deteniendo o ralentizando el ritmo ágil para disfrutar de las ilustraciones).
Libres al fin, es cuando se encuentran en el Reino Celeste con Escarlata, la reina del lugar.
Se celebra un juicio contra uno de los dragones que los criaron. Acusaban a Rapaz pues le habían ordenado destruir su huevo, pero en su interior había dos dragonets: uno de ellos no tenía nada de fuego, pero la otra...
... Y tras luchas y batallas, los cinco dragones encuentran a Tallo, la madre de Cieno y descubren así lo más importante: "Cieno no intentó matarnos cuando estábamos en el huevo. ¡Estaba intentando ayudarnos a salir!" (Vid. pág, 210).
Maravillosa historia de búsqueda de la paz y la libertad, una historia de valentía y amistad.
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