El pasado 18 de julio en el CIMM (Centro de Interpretación do Medio Mariño) de Cabanas, el Concello organizó una conferencia que no quería perderme sobre las baterías de la costa. Más allá de la vinculación familiar que pueda tener con el tema militar, que cada vez va siendo menor... desde siempre me ha fascinado aprender, leer sobre estategia (ya incluso en Roma), conflictos bélicos, infraestructuras, testimonios... y no digamos... revivir la II Guerra Mundial.
Por fin entré en el nuevo edificio ¡Qué bonita creación mimetizada entre el verde! De luz y madera... y por fin conocí a María, la responsable de la oficina y quien lleva con cuidado esmero y total dedicación, el perfil de @cabanasturismo que tanto y tan bien me ha atendido, informado, respondido, mimado... Es una suerte que personas así de entregadas vivan y promocionen el turismo, dispuestas en cualquier momento a hablar y brindar su ayuda y su conocimiento. Gracias con todo mi corazón por el abrazo que nos dimos y por esa inmensa sonrisa.
Todo estaba dispuesto para que a las ocho comenzase la conferencia impartida por José Manuel López Hermida, estudioso y gran conocedor de la historia militar y José Manuel Yáñez Rodríguez jefe del Servicio de arquitectura de la Diputación de A Coruña y especialista en Patrimonio.
Además de los paneles que recorren la sala, un monitor iría acompañando la charla.
Abrió la conferencia Iago Varela, Teniente Alcalde del Ayuntamiento y Responsable de Cultura, quien con entusiasmo presentó a los ponentes y recalcó el interés, tanto de la conferencia como de la exposición, en dar a conocer el gran valor de estas edificaciones en la defensa de nuestras costas.
Con la memoria llena de toda la documentada información recibida, a la mañana siguiente fue un lujo disfrutar de la exposición con calma y recorrer los veinte paneles que la conforman. Estará hasta el día 30, anímate si estás cerca, merece tanto la pena...
Recoge toda la historia, desde los castros hasta la actualidad.
La Costa Atlántica fue siempre una ruta de gran importancia e interés. En la Segunda Edad de Hierro, las primeras defensas fueron los castros. Éstos se caracterizan básicamente por: murallas, fosos, parapetos, terraplenes, antecastros y piedras hincadas. Con gran ilusión deseo pronto publicar algunos de los más sorprendentes como EL CASTRO DE BAROÑA y el DE ELVIÑA.
Posteriormente, con la llegada de los romanos, se van creando núcleos amurallados que frenen las invasiones bárbaras. Así: las construcciones amuralladas de Ortigueira, A Coruña, Muros, Noia...
Y se empezaron tamnbién a levantar torres y fortificaciones, como las de Catoira que también pronto publicaré. Desde el medievo hasta los siglos XV-XVI, se suceden tiempos de peligro y es en 1521 que Fernando de Andrade convoca a otros mandatarios para idear un plan de defensa.
En 1589 la incursión de Sir Francis Drake hace que se refuercen todas las instalaciones. Se levantan tres castillos en Ferrol y a finales del XVI, el de San Antón en Coruña y... posteriormente el de San Amaro, entre otros.
En el siglo XVIII se consolidan las baterías y en 1891 el Plan de Montefaro al que sucederá el de Primo de Rivera.
En Coruña, la muralla va ensanchándose a lo largo de los ss. XVI - XVII y durante el XVIII. Amurallamientos que también se levantarán e irán modificándose en Ferrol.
Un maravilloso esquema recogía en el monitor, durante la conferencia, cómo era la vigilancia ya desde la Edad Media. La misma se sostenía en: MILICIAS, BATERÍAS y ESCUADRAS.
La vigilancia de la costa se hacía mediante VIGÍAS en lugares estratégicos desde los que poder dominar el mar, como el caso de PUNTA HERBEIRA.
Las MILICIAS eran grupos armados, organizados en: PARTIDOS O DIVISIONES, SARGENTÍAS O CAUDILLATOS y TROZOS. Eran las encargadas de guardias de veinticuatro horas y avisaban mediante disparos o fuego, en caso de ser noche.
El Golfo Ártabro cobra un gran importancia y con ella, las baterías que recorren la costa. Es en este instante que José M. López Hermida (militar de artillería) continúa hablándonos de los siglos XIX y XX.
No sabía que en casi todas ellas primaba la forma de herradura y que, con el paso del tiempo y la diferencia en el ataque por parte de las naves y buques, fueron adaptándose.
Hasta el siglo XVIII, la artillería estaba formada por cañones, obuses y mortíferos.
Tras la Guerra de la Independencia, las baterías se van abandonando y los nuevos sistemas defensivos se van concentrando en los castillos. Así, el antiguo CASTILLO DE LA PALMA se destruye y se levanta uno nuevo y el de SAN FELIPE, se reforma.
Aparece en ese momento el CAÑÓN BOMBERO: un obús largo que en vez de balas, lanza granadas que con un solo proyectil pueden hundir un barco. este armamento también lo tienen los barcos, por lo que los castillos tendrán que defenderse de este tipo de artillería. En los siglos XIX y XX hay un cambio tan grande que hace que se creen cañones nuevos que atraviesen las enormes planchas que los acorazaban.
Quedan obsoletos los castillos y llega el PLAN DE 1891 que incluye los grandes alcances, la precisión... Será un plan que no llegue a construirse por completo. Aprobado en el 91, no se comienza hasta el 98. Se inicia la I Guerra Mundial y sólo se finaliza la PENÍNSULA DE MONTEFARO.
Había tres tipos diferentes de baterías:
- Las que utilizaban obuses (como la de LA BAILADORA, FONTESECA y FARO) que disparaban en parábola, lo que hacia aprovechar la caída y el ataque en la cubierta, donde menos acorazado estaba el barco (debido al peso).
- Las que empleaban cañones de gran calibre (como la de PUNTA SEGAÑO). Casi a nivel del barco, para darle en el costado.
- Las que tenían cañones de tiro rápido (como SALGUEIRA y SUDOVA). Habiendo aparecido un nuevo modelo de barco: el torpedero, se hacía necesario este tipo de cañón rápido. Siendo el último fabricado en España.
El PLAN DE 1926 nace después de la I Guerra Mundial. Durante el mismo tuvo que comprarse el material en el extranjero. Las posibilidades eran Inglaterra o Alemania, siendo finalmente de adquisición inglesa los empleados por ser más baratos, aunque de peor calidad.
La evolución tras la Guerra Civil, vio la inminente necesidad de iluminar el objetivo, pues aun no existían los radares. Había varios tipos de proyectores metidos en túneles y se creó una red de transmisiones de costa.
El armamento se asienta en Campelo, Prior, Prioriño, Hércules y San Pedro, Monticaño y Punta Herminia (hoy desaparecida).
Se hicieron carreteras aprovechando las ya existentes y también puestos de mando y polvorines.
Como curiosidad: la pieza de 38,1 cm que es la que está hoy en el Monte de San Pedro (Coruña) es la más grande. Una sala de máquinas hacía posible moverla con un solo dedo.
Esta maravillosa reproducción nos acerca a él, aun así... pronto le dedicaré una publicación a tan bonito Monte: el Monte de San Pedro. Imprescindible visita estando en la ciudad herculina.
Un maravilloso y completo viaje por la Historia me hizo volar. Agradezco enormemente la detallada documentación y la gran capacidad de comunicar de los ponentes que, con gran entusiasmo y rigor acercaron a todos (conocedores y no tanto) la fortuna de nuestro Patrimonio, a veces un poco olvidada y otras muchas, incluso, poco valorada. Gracias a las anotaciones tomadas, he ido siguiendo al detalle cada panel, reviviendo en las fotos lo que de ellos aprendí.
...Y se montaron baterías antiaéreas.
Cierran la exposición dos paneles con tantos lugares que visitar que es necesario conocerlos todos. Algunos ya han protagonizado aquí algunas líneas, los demás pronto lo harán.
Mi más sentida enhorabuena a los documentalistas, investigadores y grandes conocedores del saber bélico y arquitectónico de nuestra costa. Un placer inmenso escucharles.
Y mi enorme agradecimiento al Concello de Cabanas por la iniciativa y a @cabanasturismo por la invitación a través de su cuenta. Feliz por haber tenido el privilegio de asistir.
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